Las autoridades españolas encontraron documentos que demuestran que la alianza terrorista entre las farc y eta viene desde 1993
JUDICIALSEMANA tuvo acceso a la investigación que adelanta la Fiscalía de España sobre las relaciones entre ETA y las Farc. En el expediente se demuestra que son más antiguas y estrechas de lo que se pensaba.
Sábado 14 Febrero 2009
JUDICIALSEMANA tuvo acceso a la investigación que adelanta la Fiscalía de España sobre las relaciones entre ETA y las Farc. En el expediente se demuestra que son más antiguas y estrechas de lo que se pensaba.
Sábado 14 Febrero 2009
Durante años las Farc y el grupo terrorista ETA, de España, han negado públicamente ser aliados. Aunque los servicios de inteligencia colombianos y los españoles han sostenido desde hace mucho tiempo que las dos organizaciones mantienen una estrecha colaboración, era poco lo que se podía probar y documentar sobre esos vínculos. Hasta ahora. Una investigación adelantada por un fiscal español dejó al descubierto detalles desconocidos sobre la alianza de esas dos organizaciones terroristas.
El documento, al que tuvo acceso SEMANA, tiene fecha del 14 de noviembre y está firmado por el fiscal español Vicente González. El informe tiene como destinatario el sexto juzgado central de instrucción y en su texto el funcionario ordena capturar cinco ciudadanos españoles señalados de ser algunos de los integrantes de ETA que tienen vínculos con las Farc. A lo largo de 17 páginas, el fiscal español relaciona detalladamente las pruebas y evidencias que obtuvo en su investigación, las cuales son contundentes para demostrar la relación Farc-ETA.
"De lo actuado en las diligencias de la investigación se desprende que la colaboración entre ambas organizaciones, sospechada desde hace varios años, se ha acreditado al demostrarse contactos y colaboración. Esa colaboración se centra tanto en el marco de contactos entre los responsables de ambas organizaciones como en la realización de cursillos sobre el manejo de explosivos". Este es uno de los párrafos iniciales del informe del fiscal español, en el que describe pormenorizadamente la alianza. De acuerdo con la investigación española, los vínculos entre los dos grupos existen desde 1993, una relación mucho más antigua de lo que, incluso, sospechaban los organismos de inteligencia colombianos.
Según el fiscal español, el inicio de la historia de ETA y las Farc se descubrió gracias a unos documentos encontrados en una operación efectuada el 6 de agosto de 1993 en Francia. Ese día, las autoridades francesas capturaron a varios etarras que se escondían en su territorio y les encontraron un computador. Uno de los archivos informáticos, titulado 'Maritik 93 Otsaila', contenía la relación de actividades y contactos de Jokin Gorositidi, un importante integrante de ETA. El fiscal afirma en su informe que ese terrorista elaboró varios documentos en los que narró sus encuentros en Cuba con jefes de las Farc. "Contacto muy interesante con un comandante de las Farc de Colombia, la disposición de ellos era total, estaban muy contentos del trabajo conjunto de otras ocasiones (de la aportación de compañeros nuestros), y ellos se mostraban dispuestos al tema", dice uno de los apartes citados por el fiscal español sobre un informe que Gorositidi envió en 1993 a sus jefes contando sus encuentros con guerrilleros colombianos.
El fiscal español cuenta que en 1999 el comité ejecutivo de ETA encargó a su hombre en Cuba, José Angel Urtiaga, como el enlace principal entre ese grupo y las Farc. Afirma el investigador español que en otros documentos encontrados en una operación efectuada en París contra miembros de ETA también se halló información sobre los vínculos entre los dos grupos. "El documento titulado 'A./Jose/Bilduma' contiene información sobre las actividades de la organización ETA con explosivos y armas en la selva venezolano-colombiana. De ese documento se desprende que el miembro de ETA José Echarte solicitó autorización a la organización para efectuar pruebas en Venezuela con un artefacto explosivo de 40 kilos", dice uno de los apartes de la investigación. El fiscal dice que a comienzos de 2003 varios miembros de ETA permanecieron durante una semana en un campamento de las Farc: "manteniendo contactos con cuatro dirigentes de la citada organización, en el curso de las cuales se decidió el intercambio de experiencias sobre procedimientos terroristas".
Uno de los apartes contundentes de la investigación de las autoridades españolas es cuando categóricamente se afirma que "La colaboración de la organización terrorista ETA con las Farc se extendió a la celebración de cursos en Colombia, en los campamentos de Noel Matta y Luciano Marín 'Iván', entre julio y mediados de agosto de 2003. Al menos cuatro militantes habrían recibido formación para el manejo de explosivos".Uno de los aspectos más relevantes y sorprendentes para el fiscal español fue descubrir que un guerrillero de las Farc había estado varias veces en territorio español. "El miembro de las Farc Víctor Vargas viajó en dos ocasiones a España para realizar vigilancias sobre la embajada de Colombia y sobre Andrés Pastrana. Vargas viajó a España el 8 de marzo de 2000 y el 30 de septiembre de 2000, habiendo mantenido relaciones con terroristas de ETA e informando a sus jefes que no sería difícil atentar siempre que se contase con la colaboración de ETA".
En la página 13 del informe, el fiscal español relata cómo dos integrantes de ETA identificados como Martín Capa e Iñaqui Domínguez estuvieron hace poco tiempo en las selvas colombianas dictando cursos de explosivos a miembros de las Farc y del Frente de Liberación Bolivariana (FLB), un grupo subversivo que actúa en Venezuela y que públicamente ha manifestado su respaldo al gobierno de Hugo Chávez. "En el mes de agosto de 2007 impartieron un curso a 13 miembros de las Farc y a siete del FLB sobre manejo de explosivos. El curso duró 20 días en los que impartieron sesiones teórica y práctica sobre el manejo del explosivo C4, el cual tenía la ventaja de un efecto destructivo superior a la dinamita, de fácil adquisición en Venezuela. Iñaqui Domínguez impartió sesión sobre la utilización de teléfonos móviles como mecanismo iniciador de cargas explosivas", dice uno de los apartes de la investigación.
En el documento, el fiscal español también hace referencia a sesiones de entrenamiento que habrían sido efectuadas en la finca 'La Veremos', localizada entre las poblaciones de El Amparo y Guasdalito, en el estado de Apure, Venezuela. De igual forma, hace referencia a otros integrantes de ETA, conocidos con los alias de 'Ángel', 'Teo' y 'Enrique', quienes también habrían dictado cursos de explosivos en el campamento del jefe guerrillero Jesús Santrich en Venezuela.
El fiscal español dedica una buena parte de su escrito a afirmar que su investigación sobre los vínculos ETA-Farc coincide en muchos aspectos con los datos encontrados en los correos de 'Raúl Reyes', los cuales fueron entregados por la Fiscalía colombiana a la española. Aunque la investigación que se adelanta en España devela, por primera vez, hechos concretos sobre la alianza entre los dos grupos terroristas, también deja claro un preocupante hecho: la alianza es más fuerte y sólida de lo que se sospechaba.
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