quinta-feira, 9 de dezembro de 2010

Los cómplices de las Farc buscan legitimar al grupo terrorista

Golpeadas las estructuras directivas, aisladas del mundo, sin asomo de categorización política, las Farc y sus cómplices nacionales e internacionales persisten por todos los medios para salir del listado de grupos terroristas. Los medios son audaces y demandan suma atención del gobierno colombiano.
Para ello recurren a los lineamientos de su Plan Estratégico, a la complicidad de Lula, Correa, Chávez y los demás mandatarios serviles de Fidel Castro, a la propaganda gratuita que les hacen los "colombianos por la paz” y ahora a la jugada de doble carril que pretende legitimar los terroristas y de paso relegitimar a la destituida senadora Piedad Córdoba.
Es de suponer que el gobierno colombiano analizará con pinzas quirúrgicas el ofrecimiento de la liberación unilateral de cinco secuestrados, con la tajante imposición que este “gesto humanitario” será un desagravio a la “agredida” pacifista.
La audaz propuesta de las Farc tiene veneno implícito pues busca obtener réditos políticas y politiqueras desde varios sectores. Uno, para avanzar en la legitimación del grupo terrorista con el padrinazgo de Lula y la “compatriota” Dilma. Dos, para presionar decisiones jurídicas que devuelvan la investidura de senadora Piedad Córdoba, es decir para que de caja de resonancia de la estrategia del grupo terrorista, se legitime como la “abanderada” de la paz.
Tres, para poner al gobierno de Santos contra la pared, máxime que el “nuevo mejor amigo de Santos” hace parte de la farsa, y así Iván Márquez y los demás bandidos que viven en Venezuela, quedarán más tranquilos para seguir en contactos con el Movimiento Bolivariano Clandestino y el gobierno chavista.
Cuatro, para instigar a los familiares de los demás secuestrados a presionar al presidente Santos para que ceda en la negociación. Cinco para evitar que la presión militar del Estado Colombiano llegue a los campamentos de Cano y Catatumbo. Seis, para aliviar la presión internacional que aún no han resuelto Correa y Chávez, derivada de los computadores de Raúl Reyes.
Siete, anticiparse a que el gobierno colombiano, que por politiquería y trastabilleos de falsa diplomacia no ha querido sacar a la luz pública los explosivos secretos de los computadores de Jojoy y Tirofijo, que por razones obvias contienen todos los elementos para la muerte política de las Farc y sus cómplices.
Ocho, la osada propuesta de las Farc coincide con la época navideña, igual que pretendían hace un año cuando secuestraron y degollaron al gobernador del Caquetá, pero ya contaban con la estulticia funcional de un obispo en El Vaticano y la complicidad del gobierno argentino para publicar una película propagandística, y buscar la legitimación política de las Farc .
Las anteriores reflexiones obligan al presidente Santos y a su canciller Holguín a replantear la actitud sumisa frente a Chávez y los demás cómplices de las Farc, pues si no se han dado cuenta, el anuncio de Lula, Kirchner y Mujica de reconocer el estado palestino, es un mensaje claro y concreto para Colombia. Todos los gobernantes del Foro de Sao Paulo comandados por la dictadura cubana, tienen en mente dos pasos claros:
Primero legitimar las Farc como partido político sin el rótulo de terroristas y luego reconocerlos como fuerza beligerante con dominio, lo cual originaría una guerra civil de las Farc y los comunistas latinoamericanos contra Colombia, con el apoyo de los gobiernos pro terroristas del hemisferio. Los gobiernos de Argentina, Brasil y Uruguay acaban de confirmar cual es la intención de las Farc y sus cómplices. Entonces, presidente Santos, canciller Holguín, ministros del despacho, congresistas de la república, abran los ojos y no vayan a morder el anzuelo. Aprieten la ofensiva militar, política y diplomática contra las Farc. Está en juego la libertad, el orden y la democracia.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido
Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.com