Con motivo del acercamiento de los comicios en Uruguay, Observatorio brasileño quiere darle una contribución a sus lectores acerca del candidato José ”Pepe” Mujica. El texto es de autoria del Prof. Alexander TORRES MEGA, cuyo correo se encuentra al pié del texto para comprobación o contactos con el distinguido maestro.
Espero que disfruten y sobre todo los uruguayos piensen con mucho, pero mucho cuidado en la hora de votar, pues es el futuro de su Patria, “la perla de las Antillas” que está en juego.
Mas abajo de ese texto, hay un Editorial de Destaque Internacional, que también hace un llamado en ese sentido, muy importante para se conocer mejor ese personaje tan, tan… ¿cómo diré? Repugnante sobre todos los ángulos que se lo miren.
Entonces, provecho!
Comentarios: G. Salgueiro
¿ Quién es JOSÉ “Pepe” MUJICA o José Antonio Mones Morelli
Ahora se le conoce como dirigente de una coalición de partidos, partiditos, grupos, grupitos, caciques e indios, que tienen como locomotora al Partido Comunista y a integrantes de la organización criminal guerrillera que asesinó, secuestró, robó, atentó, etc.
Cuesta admitirlo pero hoy es candidato a la presidencia de la república (¡qué bajo ha caído nuestro país!) gracias a la torpeza y a la debilidad cómplice de la dirigencia política, empresarial, militar y comunicacional.
No se trata únicamente de un hombre con aspecto desprolijo y apariencia de mugriento, mezcla de bruto, demagogo y payaso.
Es más que una combinación de Cantinflas y Robin Hood con una boca que parece una cloaca como las utilizadas por él y su banda para esconderse. Se trata de alguien con un pasado muy negro y con un alma muy sucia, mucho más sucia que su apariencia física.
Un pasado tenebroso (del cual jamás mostró arrepentimiento alguno) y un presente cargado de odio que hoy lo lleva a toda especie de hipocresías con tal de llegar a tomar las riendas del gobierno y completar la tarea revolucionaria que se frustró en lo militar pero avanzó en lo propagandístico.
En realidad, más que negro, un pasado color rojo sangre, que ahora intenta blanquear con un vice que es un anestésico eficaz para adormecer a los círculos dirigentes y captar al centro de la opinión pública. Así, mientras Mujica estimula y consolida a los más forajidos, Astori es quien debe captar a los moderados, despistados y confundidos que se ubican al medio del espectro ideológico.
Este ejemplar paleolítico, populachero, desgreñado y deliberadamente chabacano, disfruta y lucra con mostrarse bruto. De paso, con ello, procura obtener las simpatías del “cascarriaje” diciéndole que es tan ordinario como ellos y que lo voten porque él es su único salvador.
Los medios masivos se empeñaron, desde hace años, en fabricar, proyectar y potenciar una imagen distinta para Mujica:
- ocultando sistemáticamente su pasado sanguinario
- presentando sus imbecilidades más bestiales como chispazos de genialidad emanados de un hombre espontáneo, cuasi sabio, sincero, modesto, austero, idealista…
La verdad es muy otra: tiene un pasado de terror y nada hay de espontáneo en sus dichos resaltados por los medios.
Estamos ante un fenomenal artificio de propaganda que ha sido capaz de transformar a un terrorista en un aparente buen hombre de campo, medio bestia pero sensible para con los pobres.
El mismo que supo dirigir la organización asesina con total desprecio por la vida humana, pisoteando derechos y libertades, atropellando la ley y las instituciones y desconociendo la dignidad del hombre, hoy aparece como palomita angelical, financiado por empresarios, la estrella preferida de todos los medios de comunicación y viajando en un avión cedido por una empresa privada!!!
Los mismos que pudieron ser secuestrados o asesinados, hoy le financian la campaña. ¡Qué castigo celestial merecen estos mercaderes!
José Mujica Cordano, “el Pepe” (como quiere que le llamen), tuvo otro nombre:
Era JOSÉ ANTONIO MONES MORELLI, nombre de guerra elegido para actuar en la clandestinidad con un grupo de asesinos “tupamaros” que jamás se arrepintieron de sus crímenes. Incapaces de enfrentar viril y frontalmente, se especializaron en matar traicionera y cobardemente disparando por la espalda.
Resumimos de información de prensa de la época, la descripción de parte de su pasado delictivo y algunos de sus delitos de sangre:
- Del tiroteo en el bar “La Vía” ubicado en Larrañaga y Monte Caseros, resultaron dos heridos. Un antisocial y un funcionario policial. El “reo” que resultó herido es José Alberto Mujica Cordano (Alias “Emiliano”), conocido también como “Pepe”, portando documentos a nombre de José Antonio Mones Morelli.
- El 11 de enero de 1971 es asesinado por la banda tupamara el funcionario policial José Leonardo Villalba. La autopsia revela que sufrió siete impactos de bala por la espalda.
- El 21 de diciembre de 1971, la organización criminal “MLN-Tupamaros” - de la que Mujica fue alto dirigente - asesina al peón rural Ramón Pascasio Baez Mena, quien, al tropezar con un escondite (“tatucera”) - en la estancia “Espartaco” - es capturado por los terroristas que allí estaban. Reunida la cúpula de la organización, decide su asesinato mediante la aplicación de una inyección letal de pentotal. El peón fue enterrado en las cercanías y se constituyó en el primer desaparecido. Los responsables del luctuoso hecho son Henry Engler, Israel Bassini Campiglia, Néstor Sclavo, Conrado Fernández, Jorge Becca, Gloria Etcheveste y Xenia Itté González.
Este mismo José Mujica, a los robos - cometidos por él y sus compinches - les denomina “expropiación” y a los asesinatos les llama “ajusticiamientos”.
Y con el mayor desparpajo llega a decir que esa lucha, con los asesinatos, robos, secuestros y atentados incluidos, fue por un mundo mejor, por una sociedad más justa, por el bien de los pobres, bla, bla, bla, todo el discurso mentiroso, propagandístico y perverso que ya conocemos.
Tengamos bien presente que no estamos ante un romántico soñador incapaz de matar una mosca, sino de un máximo e inescrupuloso dirigente de la banda criminal que asesinó, secuestró, robó, etc.
Amnistiado por los políticos, se dedicó a reconstruir la organización que - ahora con maquillaje de pacifismo - procura hacerse del gobierno nacional. Los métodos (por el momento) son otros, pero los fines últimos son los mismos de siempre, los mismos que pretendió alcanzar cuando se le conoció como José Antonio Mones Morelli.
Son dos nombres: José Mujica Cordano y José Mones Morelli, pero una misma persona, que muestra cambios cosméticos (le pintan el cabello, lo harán bañar más seguido, le pondrán un saco, le dirán que simule cara de abuelo tierno) pero es el mismo sujeto.
ALERTA - nunca antes fue tan claro que la opción actual es entre:
La LIBERTAD o el DESPOTISMO;
ENTRE LA VERDADERA DEMOCRACIA y el
POPULISMO AUTORITARIO Y LIBERTICIDA
Reaccionemos. Todavía estamos a tiempo.
Después será tarde y veremos “llorar como mujeres a los que hoy no quieren o no se animan a enfrentar como hombres”.-
Prof. Alexander TORRES MEGA E mail: Flashes@adinet.com.uy
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Elecciones uruguayas: "ruleta Mujica", "ruleta rusa" y Caperucita
1. El próximo 25 de octubre se realizará en el Uruguay la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Será también la primera de una maratón de siete elecciones presidenciales en América Latina en los próximos 12 meses, desde la pequeña Honduras hasta el gigante Brasil, cuyos resultados podrán definir el futuro del continente, que hoy está siendo bamboleado por el "eje del mal" chavista. Desde esa perspectiva, el resultado electoral del Uruguay posee particular importancia.
2. Según encuestas recientes, el porcentaje de indecisos alcanza el 10%, con tendencia ascendente; continuaría en primer lugar el candidato del izquierdista Frente Amplio, el ex guerrillero tupamaro José Mujica, con más del 40%, seguido por el ex presidente Luis Alberto Lacalle, del Partido Nacional, con el 30%, por Pedro Bordaberry, del Partido Colorado, con más del 10% y por otros candidatos menores.
3. Difícilmente el Sr. Mujica obtendría una mayoría absoluta en la primera vuelta y, en la segunda vuelta, podría predominar una coalición de centristas, de conservadores y hasta de izquierdistas moderados, liderada por el Dr. Lacalle.
4. La gran incógnita es hacia dónde se inclinarán los votos de los indecisos y cuál será el índice de abstenciones en esta primera vuelta. En ese sentido, es sintomático que el comando de la campaña electoral de las izquierda haya solicitado a su locuaz, contradictorio y caosfacético candidato que hable lo menos posible, para evitar que los incautos se sobresalten. El propio presidente del Uruguay, Dr. Tabaré Vázquez, miembro del Frente Amplio, llegó a recomendarle que, por lo menos hasta las elecciones, deje de decir "estupideces".
5. Por tal motivo, el Sr. Mujica ha cancelado importantes entrevistas televisivas previamente concertadas, lo que le valió la crítica de medios periodísticos de peso que repentinamente fueron puestos de lado. También, en cierto sentido más importante, es la perplejidad de muchos uruguayos que se preguntan por qué a un candidato, en la hora decisiva de hablar y de explicar lo que piensa, sus mentores lo obligan a refugiarse en la discreción y, como si fuera posible pedirle peras al olmo, le preguntan por qué no se calla. Esa recomendación de silencio tal vez sea por el temor de que los uruguayos que todavía están indecisos oigan salir de la garganta de José Mujica, que a veces se presenta físicamente como un clone de la Abuelita del cuento de Caperucita, los gruñidos del viejo Lobo Feroz.
6. De cualquier manera, es precupante el número de uruguayos dispuestos a apostar en la "ruleta Mujica", que puede transformarse en una peligrosa "ruleta rusa" colectiva, con piezas de "ruleta chavista" y, quién sabe, de la antigua "ruleta tupamara".
Según escribió el 5 de octubre pp. la periodista catalana Pilar Rahola, columnista de "La Vanguardia", de Barcelona y especialista en derechos humanos, quien entrevistó personalmente a Mujica, se está en presencia de un "revolucionario de manual, endiosado, ególatra, iluminado, convencido de su autoproclamada misión salvadora, y sin problemas evidentes con la conjugación del verbo matar".
La periodista Rahola añade que el Sr. Mujica, "en su diccionario particular", practica una literal "reinvención del lenguaje": a los robos los llama "apropiaciones" y a los asesinatos, "ejecuciones". Según recuerda la Sra. Rahola de su contacto con el entrevistado, "estaba ante un hombre que seguía las reglas democráticas, pero que no creía en ellas". En ese sentido, cita al propio Mujica: "Participar en la democracia liberal no significa creer en ella".
Concluye la mencionada periodista: "Mujica no sólo no se arrepiente de ese pasado, ni ha desarrollado ningún atisbo de autocrítica, sino que lo glorifica como si fuera la crónica de un macabro éxito personal. Un currículum de violencia extrema, orgullosamente presentado por un candidato a presidente".
7. Por todo lo anterior, es preocupante que un número considerable de uruguayos parezca estar decidido a jugar en la "ruleta Mujica", que es más peligrosa que la "ruleta rusa", porque está en juego no solamente la vida de dos apostadores que sucesivamente van colocando un revólver en la sien y apretando el gatillo, con un tambor cargado con una bala letal, sino está en juego la vida de toda una nación.
8. Tampoco es de descartar que los crupiers que manejan actualmente la "ruleta chavista" tengan relación con los crupiers que lanzan la bola y distribuyen las fichas de la "ruleta Mujica".
El Uruguay siempre se distinguió por ser un país sensato, con sentido común y, talvez, por la fuerte influencia del positivismo de principios de siglo XX, bastante racionalista. Dispuesta a jugar en la "ruleta Mujica", casi la mitad del país estaría apostando en la irracionalidad inherente a tan peligroso juego. Es nuestro deseo que los uruguayos piensen dos veces antes de apostar en la "ruleta Mujica", porque corren el riesgo de que misteriosos crupiers revolucionarios lleven a esa pequeña gran nación, otrora la Suiza de América, a la bancarrota espiritual y material.
5. Como lo dijimos en anterior editorial sobre el Sr. Mujica, estas consideraciones no deben ser interpretadas como un ataque personal al candidato de las izquierdas, sino como un breve análisis político, sociológico y psicológico de un estilo diferente, pós-moderno, pós-revolucionario clásico, desestructurante del punto de vista mental y cultural de la pequeña gran nación rioplatense, encarnado en el actual candidato presidencial de las izquierdas. Delante del fracaso del comunismo clásico de convencer a los uruguayos por medio de argumentos, se trataría ahora simplemente de desengonzar y caotizar las estructuras psicológicas de un país cuya población el propio Mujica reconoce que continúa siendo "conservadora".
Destaque Internacional - Informes de Coyuntura - Año XII - No. 283 - San José - Santiago de Chile - Madrid, 12 de octubre de 2009 - Responsable: Javier González.
Fuentes: Brecha, Búsqueda, El País, El Observador y La República, todos de Montevideo; Clarín, de Buenos Aires, El País, de Madrid y La Vanguardia, de Barcelona.
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